Él queso Es una de esas cosas en la vida que O lo amas o lo odiasNo hay término medio. Sin embargo, para las personas que no pueden vivir sin él, les preocupa que su consumo pueda provocar enfermedades cardíacas o aumento de peso no deseado. Dado que, junto con otros productos alimenticios de origen animal, El queso tiene fama de no ser saludable.. ¿Pero cuál es la verdad en eso?
Beneficios de la salud
Un estudio, realizado en 2011 por un equipo de Universidad Harvarddescubrió que El consumo de lácteos no se asocia con la mortalidad e incluso protege ligeramente contra las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, debemos tener cuidado con esta afirmación, ya que Los productos lácteos pueden variar sustancialmente en contenido nutricional y en cómo se producen.. Todavía así, hay muchas opciones saludables elección cuando se trata de queso. es una buena ffuente de nutrientes, calcio, grasas y proteínas. También contiene una gran cantidad de vitaminas A y B12junto con zinc, fósforo Es riboflavina.
Por otro lado, una dieta rica en productos lácteos alimentados con pasto puede proporcionar un equilibrio más saludable de ácidos grasos omega-6 Es Omega 3 que las dietas que dependen productos lácteos convencionales. Las grasas omega-3 son importante para la salud cardíaca y metabólica. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender si esta diferencia de nutrientes es lo suficientemente grande como para proporcionar beneficios significativos con respecto a una dieta estándar.
La grasa del queso
La investigación muestra que Algunas grasas lácteas pueden ser peligrosas para los niveles de colesterol LDL (malo)., pero en diferentes grados. Un estudio controlado, por ejemplo, encontró que la mantequilla elevaba el colesterol LDL significativamente más que el queso. Y en grandes estudios sobre productos lácteos, este hallazgo generalmente se mantiene.
La mantequilla se encuentra entre los lácteos menos saludables y el queso entre los más saludables. Y curiosamente, parece que la cantidad total de grasa en queso (que suele ser en gran medida grasa saturada) no tiene ningún efecto significativo sobre los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares o metabólicas.
Por otro lado, dos ensayos probado controlado o efectos del queso entero regular sobre los niveles de colesterol y su relación con factores de riesgo de enfermedades metabólicas. En un, sin queso sin grasa (porción de 50g) ni siquiera el queso graso normal (porción de 80 g) aumento del colesterol colesterol total, LDL, triglicéridos ola glucosa en sangre después de 8 semanas de ingesta diaria. El otro, que comparó porciones de 80 g de queso bajo en grasa (13%) y queso entero, encontró que el queso entero no aumentó el colesterol total o LDL, la glucosa en sangre ni la PCR (un marcador importante de inflamación), más que su contraparte baja en grasas.
Riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes o cáncer.
Varios estudios han encontrado que El queso no aumenta e incluso puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.. Se encontraron efectos similares para diabetes es el Control Glicémicoel queso tiene un efecto neutro o ligeramente protector. De manera similar, se encontraron resultados similares pero variados para el Cáncer. Sin embargo, existe una excepción notable a esta regla, ya que varios análisis han encontrado que El consumo regular de queso está relacionado con un mayor riesgo de cáncer de próstata. También es importante señalar que el consumo de lácteos mostró un mayor riesgo de cáncer de mamaaunque aún no se ha encontrado la clave de esta asociación.
El efecto de los lácteos sobre la inflamación
Una revisión sistemática de 2017 encontró que entre los ensayos clínicos que vinculaban la ingesta de queso y los marcadores inflamatorios, 13 encontraron efectos antiinflamatorios, 13 no encontraron ningún efecto y 4 encontraron efectos proinflamatorios..
Estudios sobre el Enfermedad inflamatoria intestinal (IBD) sigue un patrón similar a y que no encontró una relación entre el consumo de queso y la EII. Sin embargo, es interesante que Los análisis de varios grupos de alimentos para la EII encontraron que las personas diagnosticadas con EII tienden a comer significativamente más queso. que las personas no diagnosticadas.
