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Adoptar el hábito de practicar ejercicio fisico Es una de las decisiones más beneficiosas que puedes tomar para tu salud y bienestar.
Sin embargo, a muchas personas les resulta difícil mantener una rutina de ejercicio regular, especialmente cuando recién están comenzando.
El entusiasmo inicial puede dar paso rápidamente a la postergación o el desánimo.
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La buena noticia es que, con el enfoque correcto, puedes convertir el ejercicio en un hábito diario, tan natural como cepillarte los dientes.
1. Establezca objetivos claros y alcanzables
El primer paso para adquirir el hábito de hacer ejercicio es definir objetivos claros y realistas.
Las personas muchas veces se desmotivan porque se proponen objetivos inalcanzables, como perder mucho peso en poco tiempo o entrenar intensamente todos los días sin descansar. En su lugar, comience con objetivos más pequeños y progresivos.
Por ejemplo, en lugar de comprometerte a correr un maratón el próximo mes, fíjate el objetivo de caminar o correr durante 20 minutos tres veces por semana.
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A medida que logres estos objetivos, podrás ajustarlos a algo más desafiante.
2. Elija una actividad que disfrute
Es mucho más fácil seguir una rutina de ejercicios si realmente disfrutas lo que haces.
Muchas veces las personas se dan por vencidas porque eligen actividades que no les producen placer.
Así que prueba diferentes tipos de ejercicio hasta que encuentres uno que realmente te guste.
podría ser caminar, correr, nadar, ir en bicicleta, hacer clases de baile o incluso practicar yoga.
Lo importante es que la actividad que elijas sea algo que puedas ver haciendo con regularidad.
3. Crea una rutina de ejercicios
La creación de un rutina Es uno de los factores más importantes para convertir el ejercicio físico en un hábito.
Programe sus entrenamientos de la misma manera que programa otras actividades importantes de su día.
Elija un horario específico que se ajuste bien a su horario y respételo constantemente.
Para muchas personas, lo ideal es hacer ejercicio por la mañana, antes de que interfieran los compromisos del día.
Sin embargo, si eres un noctámbulo, está bien entrenar de noche. La clave es encontrar un momento que funcione para usted y respetarlo.
4. Comience lentamente y progrese gradualmente
Uno de los errores más comunes que comete la gente al iniciar una nueva rutina de ejercicios es exagerar al principio.
Si bien el entusiasmo es grande, es importante no abrumarse, especialmente si no está acostumbrado a hacer ejercicio con regularidad.
Comenzar lentamente y progresar gradualmente es la clave para evitar lesiones y agotamiento.
Por ejemplo, si estás empezando a correr, alterna entre caminar y correr hasta que tu cuerpo se adapte.
A medida que te vuelvas más fuerte y resistente, podrás aumentar la intensidad y la duración de tus entrenamientos.
5. Supervise su progreso
Hacer un seguimiento de su progreso es una excelente manera de mantenerse motivado.
Muchas personas se benefician al mantener un diario de entrenamiento, donde registran qué hicieron, cuánto tiempo entrenaron y cómo se sintieron después de cada sesión.
Otra opción es utilizar aplicaciones de fitness que te ayuden a controlar tu rendimiento y progreso.
Con el tiempo, podrás mirar hacia atrás y ver cuánto has progresado, lo cual es una gran fuente de motivación para seguir adelante.
6. Participe con un grupo o socio de capacitación
entrenar con un pareja o en grupo puede ser una de las formas más efectivas de mantener la coherencia.
La responsabilidad mutua, el apoyo social y el sentido de camaradería hacen que el ejercicio sea más agradable y menos solitario.
Además, participar en clases grupales o en equipo puede proporcionar un entorno motivador en el que todos trabajan juntos para lograr objetivos similares.
Si no tienes amigos o familiares que puedan entrenar contigo, considera unirte a un gimnasio o a grupos de corredores locales.
7. Establezca recompensas para usted mismo
Recompensarse por lograr objetivos es una estrategia poderosa para reforzar comportamientos positivos.
Estas recompensas no tienen por qué ser grandes; simplemente reconocer tu esfuerzo y progreso puede ser suficiente.
Tal vez te permitas comprar un nuevo conjunto de entrenamiento o disfrutar de una comida especial después de completar un mes de entrenamiento constante.
Lo importante es que estas recompensas refuercen la idea de que te estás dedicando a algo importante y valioso para tu salud y bienestar.
8. Sea paciente y persistente
Convertir el ejercicio físico en un hábito duradero lleva tiempo y requiere paciencia.
No te desanimes si algunos días te sientes menos motivado o si ocurren contratiempos.
Lo más importante es el persistencia. Cada pequeño esfuerzo cuenta y, con el tiempo, la actividad física se convertirá en una parte natural de tu vida diaria.
Recuerde que incluso los atletas más experimentados tienen días difíciles, pero lo que los distingue es su determinación de seguir adelante, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
Conclusión
Adquiere el hábito de practicar. ejercicios fisicos es un proceso que requiere dedicación, planificación Es persistencia.
Siguiendo los pasos mencionados estarás en el camino correcto para integrar el ejercicio a tu rutina de forma permanente, disfrutando de los innumerables beneficios que la actividad física regular aporta a tu salud, tanto física como mental.
Transformar el hacer ejercicio en un hábito diario Es una de las mejores maneras de garantizar una vida más larga, saludable y feliz.
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