Medir y evaluar, clave para la toma de decisiones

Es una evidencia social, pero también científica, de que para tomar decisiones siempre es necesario medir y evaluar. A su vez, para poder medir y sacar conclusiones es necesario validar encuestas cuyas conclusiones representen fielmente lo que miden. Todo esto es, en definitiva, la Sociología en general y la Sociología de la Salud en particular.

Recientemente tuvimos la oportunidad de presentar el libro Sociología de la Salud Una guía práctica para la toma de decisiones, que tardamos mucho en dar a conocer a la sociedad debido a la pandemia de Covid-19 en la Sala dos Passos Perdidos de la Cámara Alta. . Para nosotros un lujo de unas instalaciones que son de todos los españoles y que siempre recomiendo visitar.

Sus presentadores en este caso fueron Narciso Michavila, director general del GAD-3 (sociólogo) y el profesor Eduardo Díaz Rubio, presidente de la Real Academia Nacional de Medicina. Para nosotros un lujo que apreciamos profundamente. Recientemente celebramos un acto de presentación en la isla de La Palma en la parte social del Real Club Náutico (Calle Real) y Patrimonio de la Humanidad y hay que decirlo también con un gran número de ponentes como profesores y expresidentes del Gobierno. y los palmeros Jerónimo Saavedra y Fernando Fernández, así como Gabriel Mato, diputado y amigo. En estas presentaciones pudimos aclarar los fundamentos del libro y sus objetivos (parte de la tesis doctoral en Sociología), así como intercambiar opiniones con el numeroso público que nos honró con su presencia en ambos eventos.

Es cierto que la Sanidad española es un caso de éxito permanente y sostenido que es de todos los españoles y que hasta la pandemia de la Covid-19 gozaba de buena salud, pero esa misma Sanidad también está agotada y devastada. Esto requiere un análisis detallado y, una vez evaluado, tomar medidas correctoras urgentes. Para alcanzar los mismos niveles que antes de la pandemia es necesario un cambio de paradigma obligatorio, que es la genómica, la medicina individualizada y de precisión, y One Health, donde la salud, la salud animal y el medio ambiente se combinan y potencian. En los próximos años la clave estará en la gestión de datos para la toma de decisiones, análisis y evaluación, en definitiva, la Sociología de la Salud.

Todo esto es relevante porque la urgencia de realizar encuestas validadas que midan los parámetros fundamentales de la Salud y la salud pública es una necesidad objetiva del sistema de salud y no una moda pasajera. Este fue el objetivo que ya comentamos en la reciente publicación titulada del mismo modo.

En el prefacio de la citada publicación, Narciso Michavila, sociólogo de gran prestigio, deja claros los principios allí establecidos. Entre otras cosas, afirma que “una vez más la investigación rigurosa es el mejor antídoto contra los falsos mitos, ya que demuestra que no hay disonancia entre los principios de Salud y los pacientes”. Y prosiguió: “No somos suficientemente conscientes en España del papel que juega el eje vertebrador de la sanidad pública, que supera con creces su razón de ser, para garantizar la mejor atención sanitaria posible”. Yo añadiría que el factor de cohesión más importante que tiene este país, con diferencia, es el mundo de los trasplantes y la ONT.

Curiosamente existen pocos estudios con alto impacto en la Sociología de la Salud, por lo que creemos que este trabajo puede aportar luz metodológica con clara aplicación práctica.

Se demuestra con las encuestas validadas realizadas para el trabajo mencionado (290 ítems) en las que se analizan la Salud, el estado de salud de los usuarios, la Salud de los usuarios, la evaluación de los profesionales de la salud, los pacientes trasplantados, el turismo de salud y las fuentes de información en salud.

Vale la pena destacar brevemente algunos datos que pueden resultar interesantes: el 58% de la población está muy satisfecho con la salud pública y el 17% está insatisfecho o muy insatisfecho. Que 51% nunca fumó, un cambio sustancial, que 62% consumen alcohol habitualmente y que 54,4% tienen sobrepeso, lo que confirma que la obesidad y la diabetes son la pandemia del siglo XXI, lo que se llama síndrome metabólico (diabesidad). Otro dato que merece destacarse en este momento es que 15% de la población tiene seguro privado y 84% se sienten muy satisfechos con él. Asimismo, las medicinas alternativas y las pseudociencias ocupan un lugar destacado (preocupante) e interfieren gravemente con la medicina científica. Asimismo, el 84% establece que el Estado debe hacerse cargo de los gastos de salud. En cuanto a la confianza de los diferentes profesionales, los más valorados son los científicos, docentes y médicos. Y los últimos, con diferencia, son los políticos y los religiosos. Y en cuanto a la visión y confianza en las instituciones de salud para informar, la primera es la OMS y la última los medios de comunicación.

En resumen, la salud es un derecho sólo para el 20% de la población mundial y la vida no tiene precio (concepto moral), pero la salud tiene un costo y es necesariamente limitada. La búsqueda de la equidad y la sostenibilidad nos parece esencial.