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Los frijoles son uno de los alimentos más consumidos en Brasil, siendo una presencia constante en las mesas del norte al sur del país.
Rico en proteínas, hierro, fibra y otros nutrientes, es el compañero ideal del arroz y constituye la base de la dieta de millones de personas.
Si quieres aprender a preparar frijoles de una forma sencilla y eficaz, estás en el lugar indicado.
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Te explicaremos paso a paso cómo cocinar las alubias perfectas, desde la elección del grano hasta el acabado del plato.
Elegir los frijoles adecuados
Hay diferentes tipos de frijoles en Brasil y cada uno aporta características únicas al plato. Los más comunes son:
- frijoles pintos: El más popular del país, de color marrón claro con rayas más oscuras.
- frijoles negros: Muy consumido en el sur y sureste, siendo los típicos frijoles utilizados en la feijoada.
- frijoles blancos: Se utiliza en platos como la feijoada blanca o ensaladas.
- Judías verdes: Se encuentra principalmente en el noreste, generalmente se consume fresco.
La elección del tipo de frijoles depende del gusto personal y del plato que quieras preparar. Cada variedad ofrece diferentes texturas y sabores.
Paso 1: La importancia del remojo
El primer paso para preparar las judías es ponerlas en remojo. Esto ayuda a reducir el tiempo de cocción y facilita la digestión, ya que elimina sustancias que pueden provocar molestias intestinales.
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Lo ideal es dejar los frijoles en remojo durante al menos 8 horas, o toda la noche.
- Cómo hacer el remojo: Coloque los frijoles en un tazón grande y agregue suficiente agua para cubrir todos los frijoles. Recuerde que los frijoles se hinchan durante el remojo, así que agregue suficiente agua. Pasado este período, desecha el agua de remojo y enjuaga los granos antes de cocinarlos.
Paso 2: cocinar los frijoles
Después del remojo, los frijoles están listos para ser cocinados. La forma más tradicional y eficaz es utilizar una olla a presión, ya que reduce significativamente el tiempo de cocción.
- Ingredientes básicos:
- 2 tazas de frijoles (ya remojados)
- Suficiente agua para cubrir los granos.
- 1 hoja de laurel (opcional, pero realza el sabor)
- Sal al gusto (normalmente se añade al final)
- Método de preparación:
- Coloca los frijoles remojados en la olla a presión.
- Agrega agua hasta que cubra los frijoles, dejando unos 3 dedos de agua por encima del nivel del grano.
- Agrega hojas de laurel, si lo deseas, para darle al caldo un sabor más aromático.
- Tapa la olla a presión y coloca a fuego medio.
- Cuando la sartén empiece a chisporrotear, baja el fuego y cocina de 20 a 30 minutos. El tiempo puede variar dependiendo del tipo de frijoles y de tu sartén.
Pasado el tiempo de cocción, apaga el fuego y espera a que se libere completamente la presión antes de abrir la sartén.
Paso 3: sazonar los frijoles
Ahora que los frijoles están cocidos, es momento de condimentarlos. Esto garantizará un sabor irresistible al plato.
- Ingredientes para el condimento:
- 2 dientes de ajo, picados
- 1 cebolla pequeña picada
- 1 cucharada de aceite o aceite de oliva
- Sal y pimienta negra al gusto
- Chile verde picado (opcional)
- Método de preparación:
- En una sartén calentar el aceite y sofreír el ajo y la cebolla hasta que estén dorados.
- Agrega un cucharón de frijoles con caldo a la sartén y mezcla bien para que los condimentos se incorporen al caldo.
- Luego transfiera esta mezcla nuevamente a la olla de frijoles y revuelva todo con cuidado.
- Sazona con sal, pimienta y chiles verdes al gusto.
Si desea un caldo más espeso, puede triturar algunos granos contra el costado de la sartén o usar un machacador de papas.
Paso 4: terminar el plato
Una vez que los frijoles estén cocidos y sazonados, puedes elegir cómo servirlos.
Los frijoles tradicionales combinan muy bien con arroz blanco, pero también se pueden servir como parte de una ensalada de frijoles o como guarnición de carne.
Además, los frijoles se pueden almacenar en el refrigerador hasta por 5 días. Un consejo importante es congelar porciones individuales para facilitar el consumo durante toda la semana.
Simplemente guarde los frijoles en frascos o bolsas de plástico aptas para congelar.
Consejos adicionales
- Variar el condimento: Agregar tocino, salchicha o carne seca al guiso le da a los frijoles un sabor aún más especial.
- Usa hierbas frescas: Además del aroma verde, puedes intentar condimentar los frijoles con tomillo, romero o albahaca.
- Adaptar el caldo: Si los frijoles están demasiado espesos, agrega un poco más de agua. Si queda muy fina dejar cocer un poco más con la cacerola abierta para que se evapore el agua.
Conclusión
Hacer frijoles es un arte que mejora con el tiempo. Con estos sencillos consejos y un poco de práctica podrás preparar deliciosos frijoles, ya sea para el día a día o para ocasiones especiales.
Eso El plato clásico es versátil., nutritivo y un verdadero símbolo de la cocina brasileña. ¡Ahora, ensúciate las manos y disfruta del resultado!